En la actual sociedad del conocimiento, las empresas y entidades generan información constantemente y a un ritmo creciente: se estima que en 2020 la cantidad de información será 44 veces mayor que la que había en 2009. Gracias a la tecnología, esta información se puede generar, copiar, enviar y recibir desde cualquier lugar y en cualquier momento, aspectos vitales para el funcionamiento de las empresas.
El conocimiento de la gestión del ciclo de vida de la información y el establecimiento de planes, normas y políticas de almacenamiento de la información y de seguridad de los datos, asegura un control y gestión de la información eficiente.
- Almacenamiento. Los datos que se recopilan en los soportes de almacenamiento pueden constituir información muy delicada y su indebida divulgación no solo puede afectar a la propia empresa, ya que los empleados u otras entidades también pueden verse perjudicados. Por ello, el primer paso en la gestión segura de la información es realizar una clasificación de los datos y un almacenamiento adecuados, en base a unas políticas establecidas y actualizadas.
- Recuperación. Las pérdidas de datos son acontecimientos comunes en las empresas, a veces por causas fortuitas y otras veces por fallos humanos o en los equipos. En este sentido, las técnicas de recuperación de la información son una herramienta imprescindible en las organizaciones, ya que permiten restaurar la actividad y asegurar su continuidad.
- Borrado seguro. Por último, cuando la información ha sido tratada en la empresa y llega al final de su vida útil, debe ser eliminada de forma segura, para evitar que pueda caer en manos de terceros y sea recuperada.
En la presente guía se analiza por qué se debe controlar la información en la empresa, cómo se almacena dicha información en los dispositivos de almacenamiento más comunes, y qué debe hacerse si se quiere eliminar de modo permanente la información.